5) La Isla de las Muñecas
(Xochimilco, México)
Situada en el lago Tezhuilo
en Xochimilco cerca de la Ciudad de México, la Isla de las Muñecas es, con
certeza, uno de los lugares más tétricos de nuestra lista. En los años 50 del
siglo XX, Julián Santana Barrera se mudó allí, a pesar de ser padre de una
familia. El hombre no sabía de la oscura historia de la zona. Dice la leyenda
que tres chicas jóvenes estaban jugando cerca del agua cuando una de ellas se
cayó y se hundió en las tenebrosas aguas del lago. Se cree que desde el día de
su muerte, el espíritu de la mujer es incapaz de abandonar la isla. Pronto se
ganó la mala fama de un lugar embrujado, y los habitantes locales no se le
acercan.
Según Santana Barrera, tan
pronto como se mudó a la isla, una niña empezó a hablarle. Le dijo cómo había
muerto, y que estaba atrapada allí. El hombre empezó a recoger muñecas para
ella (a menudo vendiendo fruta y verdura que había cultivado), para que tuviera
con que jugar. Julián luego le dijo a su sobrino que le era cada vez más
difícil satisfacer los deseos de la pequeña relacionados con los juguetes, y
estaba preocupado por escucharla decir que quería que se uniera a ella en su
tumba acuática. El mismo día, de vuelta en la isla, el sobrino encontró a don
Julián boca abajo en un canal. Su cuerpo se encontraba en el mismo sitio donde,
hace años, se había ahogado la niña.
Hoy, algunos de los turistas
a menudo opinan que los ojos de las muñecas les siguen. Otros muchos informan
que las muñecas mutiladas les susurran, sobre todo durante la noche. Asimismo,
se dice que el espíritu de Julián Santana Barrera se quedó en la isla, al igual
que pasó con el de la niña.
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